Tener un fin, un objetivo, tener un otro a quien hablarle, sin gastar energías dispersas
y explosivas que van por doquier sin sentido.
Hoy, leí un comentario sobre uno de mis blogs que me hizo reflexionar.
Y me sentí, asi : disparando ideas, energía, nostalgia, pasión.
La pregunta es.. ¿a dónde?
A ningún lado.
Por eso: malgastadas, no sirven.
Sin razón, no sirven.
Por eso tanta libertad para soltarlas y tanto vacío al no encontrarlas encaminadas.
A vos, te estoy hablando, ser anónimo.
A vos , que preguntaste por Buenos Aires.
A vos, que me hiciste pensar en los tesoros que tengo
Para vos...este relato.
Buenos Aires es húmedo, pegajoso, seductor, sensual,amigable.
Buenos Aires es una ciudad nostálgica, una mezcla de modernidad y antigüedad que nos marcan las facciones.
Buenos Aires durante el día corre en zapatos de tacón y mocasines lustrados y por la noche.
Oh, Señor, por las noches se convierte en un destello de luces de colores, de mujeres hermosas y hombres coquetos,en una biblioteca enorme llena de alternativa para todos los gustos.
Carteles luminosos, inundan la calle Corrientes, donde teatros, restaurantes y bares se muestran en su esplendor.
Buenos Aires tiene a veces, un olor rancio, como a cajones en desuso y otras tantas
tiene fragancia fresca a juventud, a alguna caja nueva recién abierta, con sorpresas adentro.
Mi ciudad, sorprende, no deja que te aburras, te da las mil y una propuestas para que puedas
quedarte sentado tomando un café en los bares tan típicos de Av de Mayo, o te sientes frente al Río de la Plata en Puerto Madero y te deleites con la nueva arquitectura, los restaurantes de moda y la multitud fashion.
Un tango suena en algún lado y San Telmo te propone ver bailar a esa pareja que en una plaza te dan una clase de seducción y erotismo al mismo tiempo.
Música de amantes: enojados, apasionados, entrelazados, agresivos y románticos.
Música de bandoneones gimiendo y llorando penas.
Buenos Aires no se come, se degusta.
Su sabor, a veces dulce, a veces amargo, esos sabores que uno no puede identificar, pero que quedan en nuestras papilas gustativas para siempre.
Su condimento la pimienta, el ají, el toque sutil de una especie extravagante, que nos hace muchas veces parecernos a París.
Carne de exportación, en todos los sentidos, en alimento y en mujeres.
Nuestro alimento principal, el reconocimiento del mundo a estos dos alimentos necesarios, uno para nuestro cuerpo y otro porque no para el cuerpo y el espíritu.Queda tanto que contarte...Sr.Anònimo.
1 comentario:
Qué delicioso Buenos Aires cuando sale de tu boca convertido en palabras sugerentes, en un murmullito porteño que sabe a vino. Yo conocía Buenos Aires por los tangos viejos y nuevos, sin haber estado nunca allí, lo había recorrido millones de veces de Gardel a Piazzola; ahora lo conozco a través de tus ojos frescos y tu corazón esplendoroso, pedacito de la ciudad hecho mujer.
Ahora te voy a preguntar (sin que me des nombres, conservando total confidencialidad) cómo es tu hijo, qué representa para ti, hasta dónde lo quieres, de dónde vino y por qué, para dónde calculas que va? Qué se siente al ver que una parte de tu cuerpo anda por ahí caminando con otra agenda en la vida? Cómo es el Buenos Aires de tu chamaco?
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