El pasado me llama
El recuerdo de los buenos tiempos, no me deja en paz
Añoro.
Añoro los momentos pasados
Las charlas de café, las noches frente al mar
Los lunes inigualables, esos en los que decidíamos salir aunque no fuera un día especial.
Extraño los proyectos juntos
El asado, nuestro patio, mis flores nuevas.
Recuerdo tu cara de atención, cuando me mirabas y me escuchabas, y decías una frase
que calmaba mi ansiedad y aquietaba mi alma. Era la justa, la que necesitaba escuchar.
Las fotos, los viajes, todo me hace recordar. Y no quiero, no es lo mejor ahora.
El domingo en familia, una cena, una plaza.
Esos mates en la cama, ricos que compartíamos.
Una película con cena en nuestra habitación.
Un mimo, algo que me gustaba en la feria y allí estaba tu … “dale te lo compro”.
Una salida loca
Un viaje no planificado
Un partido de dados
Un scrabel esperando que Paulo saliera de mi panza.
El pasado me llama
Y no quiero atender..
Los ojos se me inundan de lágrimas y ya estoy cansada de llorar.
El pasado me llama, pero no concurriré a la cita.
Porque no tiene sentido, porque ya ninguno de los dos somos los mismos y ya ni el mate, ni el vino, ni las miradas nos unen.
Estamos desconectados, desarticulados como marionetas sin hilos.
Sera hora, tal vez, de poner punto final y comenzar de nuevo.
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