Miel y piel

Miel y piel

La miel se deslizaba lentamente sobre su abdomen y recorría sigilosamente los pliegues de su piel.
El color ámbar resplandecía con el rayo de sol que se asomaba por la persiana.
El rostro de ella estaba relajado, su boca, su frente, estaba como dormida
Su cuerpo arqueado con la cintura elevada se deleitaba sintiendo caer gota a gota el liquido viscoso.
Hice círculos sobre sus pechos, la sentí, sentí su respiración, la que variaba en distintas frecuencias.
El aroma en el ambiente era dulce, mezcla de sexo y miel.
yo no podía dejar de mirarte toda para mi, entregada, confiando plenamente en mis manos en mi piel en mis deseos.
Deje el frasco en la mesa de luz y me subí encima de tu cuerpo.. puse las manos a los costados y así, como un gato que va a tomar un poco de leche me incline sobre tu cuerpo y comencé a saborear el exquisito sabor de tu piel.. Era una mezcla alquimica, el gusto dulce del ámbar y el salado y atractivo manjar de tu esencia.
Mi lengua inquieta comenzó a lamerte, se detuvo en tus pechos, recorrió la ruta, el camino dejado por la miel..
Cada vez más excitado...no podía detenerme, seguía así.. embebido.. en vos.. comiéndote , lamiéndote, haciendo que tu sabor único y original ingrese a mi a través de la boca.
No pude olvidarte y como hacerlo... solo esa tarde te tuve...solo esa tarde la miel se convirtió en mi dulce predilecto