Fue incómodo
Fue difícil
Transite el miedo, el malestar, la incertidumbre, el cambio de rutinas.
Aprendí a ser paciente, a entender que el control es una ilusión y que en la vida, en verdad, no controlaba absolutamente nada.
Aprendí a caminar de a un paso por vez.
Aprendí a estar en quietud y en silencio.
Escuche mi cuerpo, lo descubrí, supe que lo más importante que tenemos es nuestra salud y que sin ella no podemos disfrutar nada.
Conocí gente que me contuvo, que me alegro, que hizo empatía conmigo y que no solo quiso que riéramos juntas, sino que escucho mis tristezas, mi cansancio y mis terrores infundados-
En estos 7 meses, lloré, reí, me motive a mi misma, disfrute, pedí ayuda, me deje abrazar y fundamentalmente me hice mucho más humana y sensible que antes.
Fue muy útil ser diciplinada, ser responsable, ser arriesgada y decidida, mis cualidades sirvieron mucho en este camino hacia la salud.
Fue muy útil saber que quería para mi futuro y donde quería invertir y la respuesta fue nuevamente en mi Salud.
Agradezco infinitamente a todos los que en esta etapa tan importante de mi vida me acompañaron: Mi hijo, mis hermanas, mis amigos, Fernando y por supuesto a todo el equipo médico del Hospital de Clínicas que me atendió con tanto cariño y paciencia.
Mi mensaje positivo y de luz para todos aquellos que deben pasar por un tratamiento difícil es que no teman, que se rodeen de mucha luz y de mucho amor y por supuesto lo esencial: A enfrentar, porque enfrentando tenemos libertad y alas para volar donde queremos.
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