Cuando los hijos crecen, uno aprende a estar más sola.
Cuando los hijos crecen, uno debe ocuparse de si mismo, ya no necesita vivir la vida asistiendolos, ahora andan por la vida sin andador .
Mi hijo este año comenzó a trabajar y al estar más sola, comienzo a reencontrarme más conmigo.
Los silencios totales, las actividades a realizar son puramente para mí. La elección de mis comidas.
Algo cambio, mi hijo crecio, mi hijo se separo para ser una persona independiente y la verdad que ese es nuestro objetivos como padres , tarea cumplida: Que se manejen solos, que encuentren un amor, que tengan una vocación y que sencillamente sean felices!
Creo que él solo no creció, yo también crezco con él, me animo a intentar, explorar y buscar nuevas y buenas actividades, me conecto con esas voces que habitan mi cabeza y que a veces me calman y otras me irritan.
De vez en cuando la hiperactividad me distrae, arte, música, gym, trabajo, facebook, amigas, parientes, viajes, pero en otras oportunidades todo se calma y quedo así , sencillamente sola, nutritivamente sola, sin tristeza, sin nostalgia, viendo y presagiendo que esta etapa es la que me va a conectar con lo más autentico de mi, ya no hay distracciones, no hay excusas, no hay una exterioridad responsable de mi tristeza o alegria, la única responsable soy yo.
Sola y con mi riqueza interna decido que soy dueña de mi felicidad, tengo todo lo necesario para seleccionar lo que me hace bien, sin excusa que lo externo no acompaña.
Sola y con mi escritura a flor de piel, puedo expresar que este momento único me marca, si, me hace un tatuaje al alma y me capacita para saber que no hay mejor manera que sentirse equilibrada cuando todo lo exterior no esta, y yo sola en mi hogar; sin música, sin arte y sin actividad, puedo decir que soy feliz.